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El género Chlorophyllum incluye varias especies de hongos que se encuentran en hábitats variados, como céspedes, áreas ajardinadas y bosques. Estos hongos suelen ser grandes y tienen características distintivas que pueden facilitar su identificación.
El sombrero de los hongos del género Chlorophyllum es grande, con un diámetro que varía de 10 a 20 cm o más, y tiene una forma que comienza convexo y se aplanan y ondulan con la edad. Su color inicial es blanco, pero puede adquirir tonalidades verde oliva o gris verdoso a medida que envejece, y la superficie es escamosa o fibrosa, con escamas que se vuelven más prominentes hacia el borde.
Las láminas son inicialmente blancas, luego pueden volverse verde oliva a medida que maduran, están libres (no unidas al pie), densas y a menudo desiguales, con una impresión de esporas verde oliva, característica distintiva del género.
El pie es grande, robusto y cilíndrico, con un diámetro que puede superar los 2 cm, de color blanco o ligeramente cremoso, a menudo con un anillo blanco o de color crema, y puede tener una base bulbosa, siendo más engrosado en la parte inferior, con una superficie lisa o ligeramente escamosa.
Aunque no se han identificado específicamente todas las toxinas en Chlorophyllum molybdites, se sabe que el hongo contiene compuestos que afectan el sistema gastrointestinal. Los síntomas de intoxicación suelen aparecer entre 1 y 6 horas después de la ingestión e incluyen náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea severa. Estos síntomas gastrointestinales pueden durar desde unas pocas horas hasta varios días. Aunque rara vez es fatal, la intoxicación puede ser bastante debilitante y puede llevar a deshidratación severa.
¡¡No te confundas!!